La COORDINADORA SINDICAL DE TRABAJADORES/AS MÚSICOS (en anagrama CST- MÚSICOS) se constituye para la defensa y reivindicación de los intereses de la profesión de los/as trabajadores músicos en el orden laboral, económico, profesional, social y cultural.
Son trabajadores y trabajadoras músicos, que constituyen la COORDINADORA SINDICAL DE TRABAJADORES/AS MÚSICOS (CST-MÚSICOS) y por lo tanto decimos que ejercen la profesión de músico los/as autores/as de música, compositores/as, intérpretes, ejecutantes, artistas o cantantes, arreglistas musicales, productores musicales y DJ’s.
La Declaración de Intenciones, y más concretamente de principios, constituye las 3 primeras páginas de los Estatutos, legalizados, de la Coordinadora. Es, por tanto, una parte importantísima del estímulo gremialista y sindical que inspira el día a día de las acciones del sindicato.
La CST-MÚSICOS, de clara vocación sindical, nace además con espíritu unitario, representativo, asambleario y democrático, con la vocación de garantizar la verdadera unión de todos los y las trabajadores/as músicos y la fuerza necesaria para lograr una acción justa y eficaz.
Teniendo en cuenta que esta profesión, secularmente marginada e instrumentalizada, es creadora y comunicadora de cultura, como trabajadores y trabajadoras de la misma en su especialidad de la música, afirmamos que es un bien común que hace libres a las gentes y a los pueblos.
Declaramos el toque de queda para la corrección política, en el lenguaje y en las formas del CST-MÚSICOS, pues es detrás de estas “correcciones” que la patronal, las empresas, los políticos y las administraciones se parapetan para cercenar primero, y retrasar después, el respeto y la conquista de los derechos de los y las trabajadores/as músicos.
Manifestamos que la llegada de la tercera revolución industrial ha agravado los resultados económicos para nuestro trabajo en todas sus manifestaciones. Afirmamos que lejos de rechazarlas abrazamos las nuevas tecnologías e internet pues han traído la democratización del acceso a la cultura y a la creación. Declaramos que estamos en contra de las reglas que, impuestas desde los gobiernos intenten menoscaben la neutralidad de la Red y la libertad de la gente.
Recordamos, por otro lado, que el cambio de modelo de negocio en nuestro sector que ha implicado la nueva revolución industrial, la irrupción de la nueva economía y del comercio electrónico han servido para que los actuales líderes de la industria discográfica y musical sean nuevas empresas y que nuestros márgenes de beneficio como trabajadores y trabajadoras de las industrias de contenidos, se hayan visto mermados o sean meramente residuales.
Consideramos que los precios marcados por las nuevas empresas de la industria discográfica y musical como las de streaming-Spotify, YouTube o Apple Music- no pueden ser negociados a espaldas de los y las trabajadores/as músicos, tal y como ha venido ocurriendo hasta ahora por lo que reclamamos que en su reformulación debemos participar junto a los productores discográficos.
Reclamamos la derogación del Artículo 71 de la Ley de Propiedad Intelectual de 1987 por el cual las empresas editoriales de música se quedan con la propiedad de hasta el 50% de los derechos de las obras firmadas, hasta 70 años después del fallecimiento del autor, lo que de facto es “para toda la vida”.
Observaremos la vigilancia de las entidades de gestión colectiva derechos de autor y derechos afines, así como de los nuevos operadores de gestión, reclamando medidas dirigidas a compensar los posibles desequilibrios entre autores, producidos por la imposición de tarifas planas a grandes usuarios, entre otros.
Reivindicaremos el estricto respeto por las leyes que protegen el derecho constitucional al trabajo de todos y todas los y las trabajadores/as músicos.
Por eso reclamaremos a la Seguridad Social y a la Inspección de Trabajo que los empresarios, promotores, managers, representantes salas de conciertos entidades, administraciones y otros empleadores realicen siempre y obligatoriamente el correspondiente contrato laboral y el alta en la Seguridad Social cuando organicen, promuevan, coordinen, programen, impulsen o, finalmente, contraten espectáculos, conciertos, festivales, circuitos, concursos, giras y, en definitiva, todo tipo de actuación o grabación que requiera la intervención de los y las trabajadores/as músicos.
Denunciamos muy especialmente las malas prácticas de las denominadas salas de música en vivo o salas de pequeño formato que, tras agruparse en asociaciones de ámbito provincial, autonómico y estatal han accedido, indiscriminadamente y sin ningún tipo de control, durante más de dos décadas a todo tipo de ayudas públicas así como de instituciones y empresas de bebidas entre otras sin observar ningún respeto por las condiciones laborales de los y las trabajadores músicos, no contratándoles ni dándoles de alta en la Seguridad Social.
Estas malas prácticas se extienden durante todo el año, más allá de aquellas ocasiones en las que estos espacios, autodenominados “contenedores culturales” y “viveros culturales”, reciben dinero de los programas financiados por las ayudas y que, desde luego, no reciben directamente los y las trabajadores músicos.
Concretamente, se producen cuando los empresarios, propietarios de las salas de música en vivo alquilan o ceden sus locales a los/trabajadores músicos a cambio de una cantidad o un porcentaje; por lo que subvierten de forma engañosa lo que es una relación laboral o de co-promotor por una mercantil, con todos los peligros para los y las trabajadores músicos. Programar no es alquilar.
Descubriremos y denunciaremos cualquier intento, conocido o nuevo, bajo el que los empresarios disfrazan sus continuos intentos de precarización de las condiciones laborales de los y las trabajadores/as músicos. Tales como sus llamativos concursos, cesiones de locales y espacios para ensayar a cambio de tocar “gratis”, convocatorias para “nuevos talentos”, “jornada de micros abiertos”, “grupos emergentes” “circuitos” o “rutas” “conciertos por la música en vivo/en directo”, etc.
Defenderemos de manera muy especial todos los derechos de todas las intervenciones de los y las DJ’s en las denominadas “salas de música en vivo”, toda vez que su participación y “sesiones” ocupan las dos terceras partes de su horario de apertura al público y, por lo tanto, son parte fundamental del sostenimiento de la actividad mercantil de estos espacios.
Vigilaremos todas las acciones y programas dirigidos a la incorporación de los y las menores de edad y niños y niñas como parte protagonista de los espectáculos públicos cuando se desarrollen en estos mismos espacios.
Haremos proselitismo de los derechos y obligaciones de los y las trabajadores músicos como nunca se había hecho antes utilizando para ello todos los medios, económicos e instrumentales, que encontremos a nuestro alcance.
Impulsaremos, junto a todos los agentes implicados, un Observatorio que se ocupe de la creación de un espacio protegido donde la denominada práctica “amateur” o “novel” de la música se pueda realizar con todas las garantías.
Rechazamos el actual modelo asociativo heredero de unas tradiciones organizativas y de representación que han abocado al colectivo a la situación de desamparo en el que se encuentra actualmente. También reclamaremos la refundación, o el final de las actividades, para las cooperativas de trabajo asociado que han sustituido al empleador y no han generado trabajo para sus asociados, convirtiéndose en meras “cooperativas para facturar”.
Declaramos que en la línea de comunicación de la CST-Músicos no estarán incluidas la captura, publicación, distribución y difusión por cualquier medio de ningún tipo de imágenes de los representantes de la Coordinadora Sindical en reuniones con terceros o con el fin de la auto promoción de posibles acuerdos, reuniones, etc. Nuestro compromiso por hacer las cosas de una manera diferente y nueva debe empezar por ahí. En la CST-Músicos, más importantes que los representantes, somos la gente.
La CST-Músicos somos la gente, trabajadores y trabajadoras músicos.
Por todo ello, la COORDINADORA SINDICAL DE TRABAJADORES/AS MÚSICOS (EN ANAGRAMA CST-Músicos) tiene como objetivos prioritarios velar, reivindicar, defender y dignificar la profesión de músico, planteando todas las medidas y soluciones que para ello fueren necesarios y así poder incidir de manera positiva en la creación de una sociedad más justa y de una cultura libre, popular y no dirigida.
Declaración de intenciones tomadas de los Estatutos de la COORDINADORA SINDICAL DE TRABAJADORES/AS MÚSICOS (EN ANAGRAMA CST-Músicos), constituida según los requisitos previstos en la Ley Orgánica 11/1985, de 2 de agosto, de Libertad Sindical y el Real Decreto 416/201, con fecha de 1 de octubre de 2018 y número de depósito 99105793.